martes, 15 de marzo de 2011

De sueños y esperanzas. Terraza. 13/09/09

Supongo que cuando un sueño se termina por romper en miles de pedazos irreparablemente, siempre comienza a tomar forma otro sueño. Debo de tomar en cuenta que no puedo estar seguro de que esto sea una ley de la naturaleza, pero el día de hoy me hizo pensar en esto de los sueños.
Hoy se acabó por siempre el sueño más grande que había tenido, y éste era con relación a una mujer, la mujer que amo y más he amado; pero también comencé a llevar a cabo un sueño que he tenido desde casi el mismo tiempo que el otro: hoy puse adornos en mi cuarto y en mi terraza.
Puede que en comparación, el sueño del decoro de mi cuarto sea mucho menor que el de haber llegado a tener una relación con ella, pero el hecho de que uno empezara el mismo día que otro terminara, me llamó mucho la atención y sobretodo las reflexiones que esta casualidad conlleva y que me ayudan a salir adelante ante este momento de decepción. Me doy cuenta de que los dichos acerca de puertas cerrándose y ventanas abriéndose son ciertos, y que esas ventanas me van a ayudar . Puede que haya perdido a quien me ha hecho intentar ser mejor, pero ahora sé que no todo está perdido y que así como hoy me decidí a colgar máscaras, lámparas y demás ornamentos, en el futuro próximo debo arreglar mis problemas y llevar adelante mi vida como quiero, cumplir mis expectativas y, sobretodo, ser feliz. Lo único que no sé cómo hacer es desaferrarme a este sueño que acaba de ver su fin. Cómo olvidarla si es que la amo, la amo tanto...

2 comentarios:

  1. Tienes razón en eso de puertas que se abren, dicen que TODO pasa por algo.
    Claro que es difícil desaferrarse a algo, pero nadie dijo que fuera imposible.
    Duele, claro, pero es de ese tipo de dolores que curan, ¿No lo sientes?

    ResponderEliminar
  2. Muy cierto. Esto pasó hace dos años y ahora soy una persona realmente feliz.

    ResponderEliminar